sábado, 16 de octubre de 2010

QuIeN a De CrEeR eN eStA hIsToRiA?

De cierta manera extraña esta historia a llegado a mi y no se cual a sido la necesidad imperiosa que me ha llevado a escribirla, pero ya está, acá la tienen...

"ex nihilo nihif fuit" (nada puede venir de la nada)

 

En una villa construida a las afueras de la ciudad, hay unas casitas muy bonitas y todas iguales, a las cuales a llegado una nueva familia, una mujer junto a sus dos jóvenes hijos, de unos 18 años tal vez, con alguna características similares. Pasado un tiempo, Hector uno de los hermanos, diviso a la extraña chica que vivía dos casas frente a la suya, una muchacha de estatura media, muy pálida, de cabello oscuro, con unos dientes sobresalientes de su cavidad bucal, siempre andaba encorbada, y no compartia con la gente del barrio, está salia muy temprano y volvía cuando ya se encontraba muy oscuro. Esto llamó la atención de Hector, quien recurrió a contarle lo visto, a su hermano Eric. Este joven estudioso y siempre preocupado de su carrera en la Universidad no alentó la curiosidad de Hector, diciéndole "Preocupate mejor, de estudiar para la PSU, que si no quedas en la Universidad está vez, tendrás que buscar un empleo y dejar de molestar a mamá de una vez por todas".
Hector muy molesto por las palabras de su hermano salió a caminar pensando para si: "quien se cree este imbécil para hablarme así? si fui yo quien nació primero, todo por que es un aburrido... vive metido entre sus odiosos libros... Siempre demostrándole a mamá lo mejor que es él... no puedo creer que sea mi hermano! si es tan distinto a mi..." De pronto vio a la extraña muchacha camino a su casa, pero estaba tan furioso por culpa de su hermano, que decidió atacarla verbalmente: "oye tu bicho raro, que haces fuera de tu jaula?, te dejaron salir del laboratorio o te escapaste?, llamare a los exterminadores para que te desaparezcan bicho asqueroso! La muchacha lo miro con unos intensos ojos de color azul, por un segundo Hector sintió como si puñales le atravesaran el pecho, luego volvió a su camino alejándose tan tranquila como venia, ignorando por completo a Hector.
Hector prosiguió su camino analizando esa mirada penetrante e inquietante.
Llegó el verano, el calor era insoportable, Eric estaba terminando sus examenes y podría disfrutar de unas bien merecidas vacaciones, a Hector se le había hecho costumbre pasar fuera de casa, se hizo de muchos amigos, los cuales tenían grandes cantidades de dinero. Unos de ellos se llamaba Adrián, su padre poseía muchas acciones y viñedos, era por así decirlo, el más rico del pueblo.
Una vez que Erick había terminado con sus estudios, comenzó a pasear por el sector y se fijo en la casa de la cual su hermano había mencionado a la extraña muchacha, pero de ella no salia una chica, sino un joven de unos 20 años, alto, de cabello ondulado, muy pálido, de ojos verde esmeralda, muy alegremente saludo a Erick diciendo: "Hola! son nuevos?, está casa estuvo vacía por algún tiempo... ah lo siento me llamo mi nombre es Dann, soy primo de Susana vengo todos los veranos a verla desde que era un niño pequeño y feo... jajjajajaja... y ahora que soy guapo sigo viniendo...jajjajajaj...." Ambos explotaron en risas, a Erick le cayó bien este joven, el cual lo invito de inmediato a una fiesta, le contó que el estudiaba medicina, pero que esa  carrera lo tenía sin vida social.
Así fue como terminaron en una fiesta en casa de Adrián, entre el alboroto Eric vio a su hermano Hector, se acercó y le presentó a Dann, conversaron durante horas, y de pronto, Eric se encontraba sólo, Hector y Dann se habían ido con una hermosas chicas. A Eric le costaba mucho ligar, debido a su falta de chispa, es por eso que prefería estudiar mientras su hermano era un conquistador. Se marchó a casa, por el camino se cruzo con una hermosa plaza y decidió recorrerla. Sus ojos no podían creer lo que veían, era la muchacha que describió su hermano, sentada en el césped, absorta en un cuaderno, en el cual escribía muy rápidamente, la curiosidad le gano a Eric, tuvo que acercarse. Susana  sintió la presencia y de un salto se levanto entre sus manos tenia un gas pimienta listo para usar, exclamando: "No te atrevas a acercarte más o te irá muy mal!" Eric retrocedió diciendo: "tranquila! soy tu vecino, sólo quería saludar"
Susana le dio una mirada devastadora, tomo sus cosas y se marchó. Eric dijo: "espera, ¿puedo acompañarte? también me dirijo a casa" 
Ella se detuvo, voltio "eres el hermano del estúpido que me insulto!, veo que no te pareces al él, puedes caminar  junto a mi, pero ni creas que te hablare!"
Eric camino en silencio junto a ella, hasta que llegaron a casa, él pronuncio "gracias por la compañía, espero volver a caminar junto a ti" con una sonrisa se despidió. Susana se detuvo un momento , volvió su mirada hacia él, y sonrió también, luego volvió a su camino.
A la tarde del día siguiente, encontró a Dann sentado en el comedor de su casa, conversando con Hector de una historia fantástica, se incorporó escuchando a Dann y éste decía: "Hay un cristal con forma de espiral y color sangre que si tú entierras en tu jardín de él saldrá una parra de la cual saldrán frutos de un color rojo, rojo como sangre. Cuenta la historia que si tomas 14 frutos, los comes a la vez que piensas en tu verdadero amor y pides una deseo, una diosa te los cumplirá, sea lo que sea que le pidas, hasta la inmortalidad, pero si aún con eso no estás satisfecho, debes crear un canal que posea forma de espiral, y con 14 personas de buen corazón alrededor elevaran suplicas a la diosa, la cual con el fluir del agua se hará presente y te concederá todo lo que anheles, inclusive el poder de escoger quien vive y quien muere" No puedo creer que exista una historia tan boba- interrumpe Eric- "yo no creo que sea tan boba, yo he visto ese cristal y el fruto" aclara Hector. Dann y Eric quedan estáticos con cara de sorpresa y pasado un momento estallan en risas y palabrotas bofandose de Hector y su credulidad, Dann aguantando la risa dice "esa historias se las cuentan a los niños par que se dediquen a buscar ese cristal y no molesten a lo adultos y sus conversaciones... jajajjajajja..." estalla nuevamente en risas.
Hector muy serio dice "si no me creen se los demostrare, están en la casa de Adrián, anoche las vi, mientras me llevaba a un lugar más solitario a María" Eric vio la seriedad en la cara de Hector y paró de reírse de golpe, Dann demoró un poco más en darse cuenta que solamente él reía, calmándose al paso de unos minutos. Eric se levanta ya que alguien toca a la puerta, es su extraña vecina Susana
quién dice "se encontrará mi primo aquí?" Dann grita "¡Pasa prima, en a chalar un momento!", Eric le hace un movimiento gentil, invitándola a pasar. Susana entra, no muy feliz y menos al ver a Hector "creo que es mejor que me vaya, el ambiente aquí no es muy grato y no me refiero a ti, Eric." Hector sintió su fría mirada y le dijo "¡quedate! estábamos hablando de un extraño cristal que vi en la casa de Adrián, el cual da un fruto rojo...." - interrumpe Susana-"rojo como la sangre, si conozco esa historia, pero no es verdadera"
Eric acercándose "Hector asegura haber visto el cristal y el fruto en casa de Adrián, ¿quieres acompañarnos? ¡para que veas la cara de vergüenza de Hector! cuando demostremos que esta equivocado" Susana sonríe sutilmente "ok, pero debe ser durante la noche, y si es así como dice Hector todos tomaremos los 14 frutos, les parece". Termina la frase mirando fijamente a Hector. Todos asienten.
Por la noche esos 4 jóvenes salen en busca de la leyenda, llegan a casa de Adrián, se pasan a los perros, suben por la pared lateral de la casa, llegan al garaje y suben a su techo, saltan al jardín y ahí frente a sus ojos un cristal con forma de espiral y color rojo sangre enterrado en el jardín y junto a él una parra, más alta de lo normal y en sus ramas más altas esa uva color rojo sangre, y de un tamaño mas grande que el promedio. Así es como deciden escalar la frágil parra y suben al techo de la casa, pero los perros despiertan al dueño de casa y comienzan a moverse las cosas dentro de la casa, los chicos se asustan, rápidamente sacan los 14 frutos y se escurren por la pared del otro lado cayendo al jardín vecino. Esperaron a que se calmaran las cosas y salieron de camino a su hogar, se detuvieron en aquella misma plaza "que sea Hector el primero en comerlas, y si le resulta a él, lo haremos los demás" dijo Susana con una sonrisa maliciosa en el rostro. Hector acepto el reto, tomo la uva y se la fue comiendo mientras en su mente pensaba "que se crea esta loser, que yo no soy capaz... es extraño... pero algo hay en ella que me gusta...jajajaj... pero obviamente no es algo físico... pero creo que si... me gusta... bueno ahora que debo desear....mm mm... eso... deseo ser aceptado por la mejor universidad y ser el mejor ingeniero mecánico que exista... si eso es ....jjajjajjaja..." y en ese momento dejó de comer la última uva, todos lo miraban atentamente y Dann le pregunto "¿En quien has pensado? en María! jajjajajajjaj"  Hector sobresaltado, se había dado cuenta que había olvidado pensar en su verdadero amor y dijo sonrojado "no, pensé en mi madre, que es aun mi único verdadero amor!" "jajajajjajajjajjajajja" resonaron las risas de todos y así se fueron a sus casas, diciéndole  a Hector que debía decir si se le cumplía su deseo.
Son las 8:15 hrs. en punto cuando suena el teléfono, y su madre grita ¡Hector! fuiste aceptado en la Universidad, Eric y Hector bajan rápidamente y encuentran a su madre danzando en la cocina, radiante de felicidad. Ella corre y abraza a Hector, y obliga a Eric a que lo haga también, Hector muy aturdido aun se acerca a Eric susurrandole "fue el deseo hermano, mi puntaje no daba para entrar ¿que haremos ahora?" Eric llama a Dann y Susana, les cuenta lo que le dijo Hector, quedaron atónitos "yo pensé que solo era una leyenda... ¿esto no puede ser?" dijo con la cara muy preocupada Susana. "esperemos a ver si no fue un error de la Unversidad, luego pediremos nuestros deseos" dijo tranquilamente Dann.
Aquella noche, la carretera se encontraba muy oscura, sólo los focos de un auto cada cierto rato, en un árbol un ser desforme, lleno de vendajes espera silencioso, tal como una leona a su presa. Cuando una distraida mujer va en su vehículo, se dirigía camino a su casa cuando el motor de su vehículo se detuvo, trato de hacerlo partir pero todos los esfuerzos fueron inútiles, tomo su teléfono llamo a emergencia, marco y de pronto el teléfono se encontraba muerto, no respondía "¡no puede ser, maldito teléfono!" tira el teléfono al suelo del coche, se decide a salir, abre el capot del coche, sale a ver si puede hacer algo y de pronto ve como este ser monstruoso salta sobre ella, la mujer pelea, golpea, pero esta cosa parece ser más poderosa. la toma y la viola, dejándola casi muerta a un costado de la carretera.
Mientras eso ocurría en la carretera Susana aparece frente a un bar, extrañada piensa que quizás dentro están sus amigos, entra a buscarlos, pero ahí hay mucha gente, tomando, gozando de la música, pero un sujeto la mira fijamente y se sonríe maliciosamente, susana comienza a caminar mas rápido buscando a alguien conocido, su corazón late muy rápidamente.
El sonido del teléfono despierta a Eric, es Dann "Eric, mi prima desapareció!, te lo digo desapareció! se vino a dormir, pase a molestarla y su cama esta toda desarmada, y tibia, pero ella no esta por ningún parte, no se que hacer, mi tía esta desesperada!" Eric despabila y dice "tranquilo ya vamos para allá" Despierta a Hector y se dirigen a casa de Susana, ahí constatan que ella parece que fue sacada de su cama. Salen en busca de ella.
Susana deseperada no sabe a donde ir, la gente del local empieza a asustarla de pronto ve a una mujeres amarradas a unas camas de forma vertical, todas golpeadas, la sangre estaba por todas partes, el sujeto cada vez reía más fuerte, Susana sale corriendo, ella era la siguiente, había una cama con su nombre en ella, grita y corre, ve como unos sujetos se injectan y de sus bocas sale una especie de espuma, la luces la desorientaban no sabía donde estaba, lo único que sabía es que debía correr, el sujeto cada vez está más cerca y en su mano lleva un mazo, la golpeará con él, Susana ve la puerta por la que entró corre, corre lo más rápido que sus piernas la dejan, va llegando a la puerta y el sujeto la toma del cabello, grita deseperada, de pronto ve una mano que viene de afuera la toma y la saca de ese lugar, mira a su alrededor y había mucha gente, ella lloraba y gritaba, era Hector quien la tenía en sus brazos y la consolaba. "tranquila, nos llamaron, estas alucinando, nada es real... tranquila"
Susana lo mira con los ojos hinchados de tanto llorar "no puede ser.... pero como"   

domingo, 27 de junio de 2010

H.p. LoVeCrAfT


                                                            

                               Howard Phillips Lovecraft 

Fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienigenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Cultivó también la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.

"He querido distinguir en esta ocasión a H.P. Lovecraft, al leer sus cuentos me transporta a otro mundo, y me inspira  a crear nuevas fantasía en mi mundo muy particular, para todos aquellos que vean esto, les dejo uno de mis cuentos favoritos de este distinguido autor..."


                                       La bestia en la cueva    
(H.P. Lovecraft)

La horrible conclusión que se había ido abriendo camino en mi espíritu de manera gradual era ahora una terrible certeza. Estaba perdido por completo, perdido sin esperanza en el amplio y laberíntico recinto de la caverna de Mamut. Dirigiese a donde dirigiese mi esforzada vista, no podía encontrar ningún objeto que me sirviese de punto de referencia para alcanzar el camino de salida. No podía mi razón albergar la más ligera esperanza de volver jamás a contemplar la bendita luz del día, ni de pasear por los valles y las colinas agradables del hermoso mundo exterior. La esperanza se había desvanecido. A pesar de todo, educado como estaba por una vida entera de estudios filosóficos, obtuve una satisfacción no pequeña de mi conducta desapasionada; porque, aunque había leído con frecuencia sobre el salvaje frenesí en el que caían las víctimas de situaciones similares, no experimenté nada de esto, sino que permanecí tranquilo tan pronto como comprendí que estaba perdido.
Tampoco me hizo perder ni por un momento la compostura la idea de que era probable que hubiese vagado hasta más allá de los límites en los que se me buscaría. Si había de morir -reflexioné-, aquella caverna terrible pero majestuosa sería un sepulcro mejor que el que pudiera ofrecerme cualquier cementerio; había en esta concepción una dosis mayor de tranquilidad que de desesperación.
Mi destino final sería perecer de hambre, estaba seguro de ello. Sabía que algunos se habían vuelto locos en circunstancias como esta, pero no acabaría yo así. Yo solo era el causante de mi desgracia: me había separado del grupo de visitantes sin que el guía lo advirtiera; y, después de vagar durante una hora aproximadamente por las galerías prohibidas de la caverna, me encontré incapaz de volver atrás por los mismos vericuetos tortuosos que había seguido desde que abandoné a mis compañeros.
Mi antorcha comenzaba a expirar, pronto estaría envuelto en la negrura total y casi palpable de las entrañas de la tierra. Mientras me encontraba bajo la luz poco firme y evanescente, medité sobre las circunstancias exactas en las que se produciría mi próximo fin. Recordé los relatos que había escuchado sobre la colonia de tuberculosos que establecieron su residencia en estas grutas titánicas, por ver de encontrar la salud en el aire sano, al parecer, del mundo subterráneo, cuya temperatura era uniforme, para su atmósfera e impregnado su ámbito de una apacible quietud; en vez de la salud, habían encontrado una muerte extraña y horrible. Yo había visto las tristes ruinas de sus viviendas defectuosamente construidas, al pasar junto a ellas con el grupo; y me había preguntado qué clase de influencia ejercía sobre alguien tan sano y vigoroso como yo una estancia prolongada en esta caverna inmensa y silenciosa. Y ahora, me dije con lóbrego humor, había llegado mi oportunidad de comprobarlo; si es que la necesidad de alimentos no apresuraba con demasiada rapidez mi salida de este mundo.
Resolví no dejar piedra sin remover, ni desdeñar ningún medio posible de escape, en tanto que se desvanecían en la oscuridad los últimos rayos espasmódicos de mi antorcha; de modo que -apelando a toda la fuerza de mis pulmones- proferí una serie de gritos fuertes, con la esperanza de que mi clamor atrajese la atención del guía. Sin embargo, pensé mientras gritaba que mis llamadas no tenían objeto y que mi voz -aunque magnificada y reflejada por los innumerables muros del negro laberinto que me rodeaba- no alcanzaría más oídos que los míos propios.
Al mismo tiempo, sin embargo, mi atención quedó fijada con un sobresalto al imaginar que escuchaba el suave ruido de pasos aproximándose sobre el rocoso pavimento de la caverna.
¿Estaba a punto de recuperar tan pronto la libertad? ¿Habrían sido entonces vanas todas mis horribles aprensiones? ¿Se habría dado cuenta el guía de mi ausencia no autorizada del grupo y seguiría mi rastro por el laberinto de piedra caliza? Alentado por estas preguntas jubilosas que afloraban en mi imaginación, me hallaba dispuesto a renovar mis gritos con objeto de ser descubierto lo antes posible, cuando, en un instante, mi deleite se convirtió en horror a medida que escuchaba: mi oído, que siempre había sido agudo, y que estaba ahora mucho más agudizado por el completo silencio de la caverna, trajo a mi confusa mente la noción temible e inesperada de que tales pasos no eran los que correspondían a ningún ser humano mortal. Los pasos del guía, que llevaba botas, hubieran sonado en la quietud ultraterrena de aquella región subterránea como una serie de golpes agudos e incisivos. Estos impactos, sin embargo, eran blandos y cautelosos, como producidos por las garras de un felino. Además, al escuchar con atención me pareció distinguir las pisadas de cuatro patas, en lugar de dos pies.
Quedé entonces convencido de que mis gritos habían despertado y atraído a alguna bestia feroz, quizás a un puma que se hubiera extraviado accidentalmente en el interior de la caverna. Consideré que era posible que el Todopoderoso hubiese elegido para mí una muerte más rápida y piadosa que la que me sobrevendría por hambre; sin embargo, el instinto de conservación, que nunca duerme del todo, se agitó en mi seno; y aunque el escapar del peligro que se aproximaba no serviría sino para preservarme para un fin más duro y prolongado, determiné a pesar de todo vender mi vida lo más cara posible. Por muy extraño que pueda parecer, no podía mi mente atribuir al visitante intenciones que no fueran hostiles. Por consiguiente, me quedé muy quieto, con la esperanza de que la bestia -al no escuchar ningún sonido que le sirviera de guía- perdiese el rumbo, como me había sucedido a mí, y pasase de largo a mi lado. Pero no estaba destinada esta esperanza a realizarse: los extraños pasos avanzaban sin titubear, era evidente que el animal sentía mi olor, que sin duda podía seguirse desde una gran distancia en una atmósfera como la caverna, libre por completo de otros efluvios que pudieran distraerlo.
Me di cuenta, por tanto, de que debía estar armado para defenderme de un misterioso e invisible ataque en la oscuridad y tanteé a mi alrededor en busca de los mayores entre los fragmentos de roca que estaban esparcidos por todas partes en el suelo de la caverna, y tomando uno en cada mano para su uso inmediato, esperé con resignación el resultado inevitable. Mientras tanto, las horrendas pisadas de las zarpas se aproximaban. En verdad, era extraña en exceso la conducta de aquella criatura. La mayor parte del tiempo, las pisadas parecían ser las de un cuadrúpedo que caminase con una singular falta de concordancia entre las patas anteriores y posteriores, pero -a intervalos breves y frecuentes- me parecía que tan solo dos patas realizaban el proceso de locomoción. Me preguntaba cuál sería la especie de animal que iba a enfrentarse conmigo; debía tratarse, pensé, de alguna bestia desafortunada que había pagado la curiosidad que la llevó a investigar una de las entradas de la temible gruta con un confinamiento de por vida en sus recintos interminables. Sin duda le servirían de alimento los peces ciegos, murciélagos y ratas de la caverna, así como alguno de los peces que son arrastrados a su interior cada crecida del Río Verde, que comunica de cierta manera oculta con las aguas subterráneas. Ocupé mi terrible vigilia con grotescas conjeturas sobre las alteraciones que podría haber producido la vida en la caverna sobre la estructura física del animal; recordaba la terrible apariencia que atribuía la tradición local a los tuberculosos que allí murieron tras una larga residencia en las profundidades. Entonces recordé con sobresalto que, aunque llegase a abatir a mi antagonista, nunca contemplaría su forma, ya que mi antorcha se había extinguido hacía tiempo y yo estaba por completo desprovisto de fósforos. La tensión de mi mente se hizo entonces tremenda. Mi fantasía dislocada hizo surgir formas terribles y terroríficas de la siniestra oscuridad que me rodeaba y que parecía verdaderamente apretarse en torno de mi cuerpo. Parecía yo a punto de dejar escapar un agudo grito, pero, aunque hubiese sido lo bastante irresponsable para hacer tal cosa, a duras penas habría respondido mi voz. Estaba petrificado, enraizado al lugar en donde me encontraba. Dudaba que pudiera mi mano derecha lanzar el proyectil a la cosa que se acercaba, cuando llegase el momento crucial. Ahora el decidido “pat, pat” de las pisadas estaba casi al alcance de la mano; luego, muy cerca. Podía escuchar la trabajosa respiración del animal y, aunque estaba paralizado por el terror, comprendí que debía de haber recorrido una distancia considerable y que estaba correspondientemente fatigado. De pronto se rompió el hechizo; mi mano, que mi sentido del oído -siempre digno de confianza- lanzó con todas sus fuerzas la piedra afilada hacia el punto en la oscuridad de donde procedía la fuerte respiración, y puedo informar con alegría que casi alcanzó su objetivo: escuché cómo la cosa saltaba y volvía a caer a cierta distancia; allí pareció detenerse.
Después de reajustar la puntería, descargué el segundo proyectil, con mayor efectividad esta vez; escuché caer la criatura, vencida por completo, y permaneció yaciente e inmóvil. Casi agobiado por el alivio que me invadió, me apoyé en la pared. La respiración de la bestia se seguía oyendo, en forma de jadeantes y pesadas inhalaciones y exhalaciones; deduje de ello que no había hecho más que herirla. Y entonces perdí todo deseo de examinarla. Al fin, un miedo supersticioso, irracional, se había manifestado en mi cerebro, y no me acerqué al cuerpo ni continué arrojándole piedras para completar la extinción de su vida. En lugar de esto, corrí a toda velocidad en lo que era -tan aproximadamente como pude juzgarlo en mi condición de frenesí- la dirección por la que había llegado hasta allí. De pronto escuché un sonido, o más bien una sucesión regular de sonidos. Al momento siguiente se habían convertido en una serie de agudos chasquidos metálicos. Esta vez no había duda: era el guía. Entonces grité, aullé, reí incluso de alegría al contemplar en el techo abovedado el débil fulgor que sabía era la luz reflejada de una antorcha que se acercaba. Corrí al encuentro del resplandor y, antes de que pudiese comprender por completo lo que había ocurrido, estaba postrado a los pies del guía y besaba sus botas mientras balbuceaba -a despecho de la orgullosa reserva que es habitual en mí- explicaciones sin sentido, como un idiota. Contaba con frenesí mi terrible historia; y, al mismo tiempo, abrumaba a quien me escuchaba con protestas de gratitud. Volví por último a algo parecido a mi estado normal de conciencia. El guía había advertido mi ausencia al regresar el grupo a la entrada de la caverna y -guiado por su propio sentido intuitivo de la orientación- se había dedicado a explorar a conciencia los pasadizos laterales que se extendían más allá del lugar en el que había hablado conmigo por última vez; y localizó mi posición tras una búsqueda de más de tres horas.
Después de que hubo relatado esto, yo, envalentonado por su antorcha y por su compañía, empecé a reflexionar sobre la extraña bestia a la que había herido a poca distancia de allí, en la oscuridad, y sugerí que averiguásemos, con la ayuda de la antorcha, qué clase de criatura había sido mi víctima. Por consiguiente volví sobre mis pasos, hasta el escenario de la terrible experiencia. Pronto descubrimos en el suelo un objeto blanco, más blanco incluso que la reluciente piedra caliza. Nos acercamos con cautela y dejamos escapar una simultánea exclamación de asombro. Porque éste era el más extraño de todos los monstruos extranaturales que cada uno de nosotros dos hubiera contemplado en la vida. Resultó tratarse de un mono antropoide de grandes proporciones, escapado quizás de algún zoológico ambulante: su pelaje era blanco como la nieve, cosa que sin duda se debía a la calcinadora acción de una larga permanencia en el interior de los negros confines de las cavernas; y era también sorprendentemente escaso, y estaba ausente en casi todo el cuerpo, salvo de la cabeza; era allí abundante y tan largo que caía en profusión sobre los hombros. Tenía la cara vuelta del lado opuesto a donde estábamos, y la criatura yacía casi directamente sobre ella. La inclinación de los miembros era singular, aunque explicaba la alternancia en su uso que yo había advertido antes, por lo que la bestia avanzaba a veces a cuatro patas, y otras en sólo dos. De las puntas de sus dedos se extendían uñas largas, como de rata. Los pies no eran prensiles, hecho que atribuí a la larga residencia en la caverna que, como ya he dicho antes, parecía también la causa evidente de su blancura total y casi ultraterrena, tan característica de toda su anatomía. Parecía carecer de cola.
La respiración se había debilitado mucho, y el guía sacó su pistola con la clara intención de despachar a la criatura, cuando de súbito un sonido que ésta emitió hizo que el arma se le cayera de las manos sin ser usada. Resulta difícil describir la naturaleza de tal sonido. No tenía el tono normal de cualquier especie conocida de simios, y me pregunté si su cualidad extranatural no sería resultado de un silencio completo y continuado por largo tiempo, roto por la sensación de llegada de luz, que la bestia no debía de haber visto desde que entró por vez primera en la caverna. El sonido, que intentaré describir como una especie de parloteo en tono profundo, continuó débilmente.
Al mismo tiempo, un fugaz espasmo de energía pareció conmover el cuerpo del animal. Las garras hicieron un movimiento convulsivo, y los miembros se contrajeron. Con una convulsión del cuerpo rodó sobre sí mismo, de modo que la cara quedó vuelta hacia nosotros. Quedé por un momento tan petrificado de espanto por los ojos de esta manera revelados que no me apercibí de nada más. Eran negros aquellos ojos; de una negrura profunda en horrible contraste con la piel y el cabello de nívea blancura. Como los de las otras especies cavernícolas, estaban profundamente hundidos en sus órbitas y por completo desprovistos de iris. Cuando miré con mayor atención, vi que estaban enclavados en un rostro menos prognático que el de los monos corrientes, e infinitamente menos velludo. La nariz era prominente. Mientras contemplábamos la enigmática visión que se representaba a nuestros ojos, los gruesos labios se abrieron y varios sonidos emanaron de ellos, tras lo cual la cosa se sumió en el descanso de la muerte.
El guía se aferró a la manga de mi chaqueta y tembló con tal violencia que la luz se estremeció convulsivamente, proyectando en la pared fantasmagóricas sombras en movimiento.
Yo no me moví; me había quedado rígido, con los ojos llenos de horror, fijos en el suelo delante de mí.
El miedo me abandonó, y en su lugar se sucedieron los sentimientos de asombro, compasión y respeto; los sonidos que murmuró la criatura abatida que yacía entre las rocas calizas nos revelaron la tremenda verdad: la criatura que yo había matado, la extraña bestia de la cueva maldita, era -o había sido alguna vez- ¡¡¡UN HOMBRE!!!

viernes, 4 de junio de 2010

Se CoMiEnZaN a CoNfUnDiR lAs CoSaS


Tamara fue criada de manera bastante hostil, por eso cuando hizo ingreso al reino, no creo lazos con nadie ni con nada, su único objetivo era proteger a la reina, por que para eso había sido entrenada toda su vida.

Sara quien fue amada y educada para ser una dama, a su llegada al reino, se lleno de grandes amistades, ella amaba a todo el mundo, y todos eran sus queridos. Tomo su lugar como sucesora y trabajaba duro por ser mejor.

Cuando comenzó la guerra, Tamara salió a la batalla, lucho con todas sus fuerzas, y su rival fue su creadora, Mary. La lucha dejó grandes destrucciones, Tamara no discriminaba, su único objetivo era eliminar a su oponente sin importar las consecuencias.

Sara vio la lucha y por primera vez, reconoció a su hermana, se horrorizo, ella no podía estar matando así y mucho menos matar a Mary, salio del palacio evitando a lo guardianes, Ignacio al ver su huida salió tras ella, entre fuegos cruzados, atravesó el campo de batalla.

Tamara gracias a su gran entrenamiento, tenia todo controlado, saco su espada de luz, con su pierna empujo a Mary haciendo caer a ésta, alzo su brazo para dar muerte a su oponente, pero un grito desesperado desató la tragedia final.

Tamara segada por la lucha, observó delante de ella su propio reflejo, el cual atravesó cruelmente y con repudio. Ignacio, la miro horrorizado, Tamara despertó de su trance y se dio cuenta que había asesinado a sangre fría a su hermana, la cual era idéntica a ella. Mary no perdió un segundo, recobro fuerzas y disparó directamente al corazón de Ignacio, cayendo este desplomado y sin brillo en sus ojos, despertó por primera vez en Tamara un sentimiento, desgraciadamente fue un sentimiento de angustia y dolor.

Robert quien luchaba por defender su reino, observó esta cruel situación y avanzó con el afán de proteger a Tamara, Al ver los ojos de Mary al atacar se dio cuenta que no era ella misma exclamó “etartseum oinomed”

Mary lo miró y con una voz muy ronca dijo “ya es demasiado tarde, este es tu final” y se lanzó contra Robert, este la esquivo, pero Tamara no dio respiro y con su espada atravesó el corazón de Mary, sus ojos de un color negro cambiaron a su original verde esmeralda, y suspiró “Robert… Perdóname”

En ese momento vio como Tamara comenzaba a brillar, su pelo negro y lacio tomo un color rojo, sus ojos azul profundo se tornaron amarillos, y su piel resplandeció con un brillo enceguecedor, Tamara exclamó “arriet… auga… eria…ogeuf” y explotó eliminado así todo el campo de batalla, sólo quedo una gran nube de humo sobre la ciudad…

La pobre Tamara cayó desplomada, Robert corrió, él la tomo entre sus brazos y le rogó que no muriera, Tamara lo miró y dijo “fui creada solo para destruir…. Mi misión ha sido completada… que más puedo dar… si ya todo lo dí”.

Robert respondió “querida mía tu fuiste creada para proteger y amar, eso es lo que hace por nosotros… nos has salvado, aun te queda mucho por dar”.

Una explosión proveniente del palacio creo una gran ola magnética haciendo que todos se desmayasen. Sus almas fueron tomadas y elevadas por los cielos… Todos los buenos momentos, esos gratos recuerdos se perdían en ese trágico fin. Su misión era continuar y reparar el mal que había corrompido los tratados… y el encargado de esto seria nuestro querido Robert, el único que conservaría esos recuerdos.

Cuando renacieron las gemelas, debieron despertar algunos recuerdos de Mary para poder encontrarlas, ya que Mary, tiene el don de la visión. Al reconocer a una de las gemelas, no pudo decir quien era.

Mary fue destinada a reparar el daño, pero para ello, no debía recordar todo. Y aquí, en esta parte de la historia entra la dinastía Black.

La Dinastía Black, es una familia de celestiales y dioses, ellos eran los encargados de proteger los sellos del tratado, El mayor de los Black, Arcon, era uno de los más poderosos guerreros que protegía el reino, sus habilidades eran extraordinarias, todos los guerreros nuevos debían entrenar con él. Además era una persona muy consecuente y humano. Su condición de semidios podría haberlo elevado a las nubes, pero él era bastante humilde, jamás alardeo de sus poderes y sólo los utilizó en caso necesario.

Cuando comenzaron los ataques, los gorgetem, engañaron y traicionaron a Arcon, al caer la cabeza de la dinastía, decayó el poder de los Black, Andra la segunda al mando de la dinastía, estaba en busca de los traidores y quedo atrapada en una dimensión distinta al resto. Al liberar las fuerzas del universo, Michelle, selló todos los portales de las dimensiones, por lo cuál, los Black quedaron separados y por lo tanto sus poderes disminuyeron.

Cuando renacieron en esta nueva dimensión, Aliza recordaba todo, pero ella quería olvidar y ser feliz con su nueva vida. Era la hija única de un matrimonio de profesionales de la salud, tenía todo el cariño, que en su vida anterior no tuvo. Se aferró a este nuevo sentido de vida, y no quería volver jamás.

Este fue el deseo, que desencadeno el nuevo desastre.

domingo, 9 de mayo de 2010

No PeCaRáS


Cuando el gran Erdap entregó el manejo del eje, creó este tratado con Lelam, el tratado consta de siete sellos de control. “… Para mantener el equilibrio es necesario un eje, que concentre los elementos vitales para subsistencia de la humanidad, esta se creo a partir de un desequilibrio y puede llegar a su fin a raíz de lo mismo”…
“…Se esta prohibido influir directamente en las almas, ellas poseen libre albedrío, sus decisiones son las que mantendrán el equilibrio….”
“… El deseo incontrolable será la raíz de todos los males, es por ello que los encargados del bien del pueblo solo deberán entregar amor gratuito…”
“…Los guerreros y guardianes serán escogidos tanto por Erdap como por Lelam, con tal de mantener el equilibrio…”
“…Se les confiere a los celestiales la obligación de criar y proteger a los escogidos…”
“… Cada vez que nazca un hijo de Erdap su alma será entregada a la protección de la humanidad…”
“… Cuando el alma más pura sea corrompida por el deseo, este tratado se dará por terminado…”
Estos son extractos de los sietes sellos, entenderán que la mayoría ya ha sido corrompido, partiendo por los actos desfachatados de la mano derecha de la Reina, Primero optó por un amor propio y luego lo traiciono, aquella noche no sólo traiciono a Treacherouse, sino que entro en los laboratorios y elimino información confidencial, dentro de esta información se encontraban los archivos enviados por Andra sobre el caso de rebelión, el castigo para Mary fue trabajo comunitarios, ya que nuestra condescendiente reina consideró que su delito no había sido mayor, y que no quebrantaba los principios de los tratados. Como logran divisar nuestra hija de Erdap fue corrompida por el deseo… Allí fue cuando nació la idea de crear un arma que defendiera al eje de la rebelión demoníaca liderada por Xetlak, y esta importante tarea se le fue designada a nuestra estimada Mary, y su ayudante fue Aliza, la hermana menor de Andra, Aliza fue quien de dimensión en dimensión recolecto ADN de las personas más poderosas y más inteligentes, Mary experimentó con la misma reina y el resultado fue que en vez de ser sólo un arma, se crearon dos… y lo peor es que fueron niñas.
Quien podría confiar en unas niñas, así que Michelle decidió separarlas, una de ellas seria su sucesora y la otra una guerrera más.
A Sara la escogida para la sucesión de la Reina la criaron los celestiales Marina y Edward, la criaron rodeada de amor hacia el prójimo como hacia ella misma.
Mientras que a Tamara la criaron Calixto y Félix, desde pequeña la entrenaron para luchar, la muchacha se crío como un animal, sin una pizca de amor, lo único que debía hacer para subsistir era pelear.
Ellas son nuestras tan importantes gemelas, que llevarán la guerra por la supervivencia.
La creación de estas muchachas rompió uno de los sellos, y la persona que se percató de esta situación, comenzó a ser perseguida por los demonios. Andra una de nuestras poderosas guerreras fue enviada a infiltrarse con los demonios para saber que tramaban. Gracias a las acciones de Mary ninguno de los informes llegó a su destino, y cuando ella decidió viajar para informar personalmente la grave situación, fue atacada por los demonios…
Debo volver al eje… esto se escapa de nuestras manos…. Jamás imaginamos que ellos podrían llegar a organizarse de tal forma…"
Tomo el báculo de Orión, lo levanto y exclamo: Erdap emad ut redop-al instante se abrió un agujero de gusano, pero al intentar ingresar Andra fue atacada, la energía la hizo volar unos 6 metros y azotarse contra un muro.
Que me paso… esto es… sangre… maldito… Barba sic tú… como te atreves….

Riendo a grandes carcajadas Barba sic proclamo “maldita zorra, ¡¿creíste que nos engañarías?! … lo único que de verdad has logrado es que te arrebatemos a tus queridos hermanos… son semi dioses muy poderosos….jajá… nos serán muy útiles… los corrompemos y con eso destruiremos su pequeño mundo de fantasía… todas las almas nos pertenecerán… y tu no serás más que una perra de los demonios… jaja jaja”

¡Jamás! - Grito desesperadamente Andra – Mis hermanos no cederán…. Osoredopodot olaivne ed atleuv la onreifni

Al oír estas palabras Barba sic comenzó a retorcerse entero, el dolor le fue insoportable, por su frente se veía correr el azufre y una luz roja comenzó a abrirle el pecho y entre muchos gritos de dolor fue absorbido.

Andra desvió su trayectoria, fue al campamento a buscar a sus hermanos, pero fue demasiado tarde, ellos ya no estaban… y nuevamente fue atacada, esta vez una espada de luz celestial atravesó su cuerpo…
“Como es posible que tú…. Tú Calixto… nos traiciones…” Andra cayo al suelo y comenzó a desangrarse. Calixto la miraba fijo y detenidamente exclamó:
“Yo no he traicionado a nadie… el fue quien nos traiciono cuando les entrego a ustedes el cuidado del eje….y además nos pide que amemos al ser humano… como si esos seres asquerosos se lo merecieran… son unos bastardos… pero la guerra ha comenzado… y pronto obtendremos lo único útil que tienen esos seres… el poder de sus almas”

Esto sucedía mientras la guerra en el eje comenzaba

sábado, 8 de mayo de 2010

El FiN dE nUeStRo CoMiEnZo


Una pesada niebla envolvía el lugar, lo que en su tiempo fue una hermosa ciudad, ahora eran sangre y escombro. Es sobre esta ciudad y su gente, sobre la cual voy a hablar… El tiempo me dará la razón, la historia que jamás debía ser contada hoy se sabrá, ya no hay razón, ni motivo alguna para callarla. Bienaventurado el que entienda estas palabras, por que muchas vidas serán juzgadas y evaluadas…. Esto es sólo el comienzo. O el fin de nuestro comienzo, Fortuna nos guiara, ella es la responsable de mi accionar.

Aquella noche debía ser igual a las otras, una calida y apacible noche, pero en la oscuridad, comenzó a formarse una espesa niebla, que poco a poco fue envolviendo cada rincón de la ciudad, y comenzaron a escucharse los gritos, eran los guerreros organizando la resistencia. El ataque había comenzado, el tratado del equilibrio había sido quebrantado, ¿Quién lo quebranto primero? Sólo el tiempo lo decidirá.

Jamás estuvimos verdaderamente preparados para la guerra, y ese fue un factor fundamental por el cual perdimos. Los guardianes corrían al palacio, debían defender a nuestra Reina, ella es fundamental para la existencia del equilibrio. Sin ella todo esta perdido.
Los más fuertes guerreros fueron vencidos, pero, quien diría que la oposición la dirigía nada mas y ni nada menos que la mano derecha de la Reina, Mary Antiugs, Los demonios eran comandados por ella, ella que era la encargada de mejorar la existencia de los seres humanos, hoy los traicionaba.
La tierra tembló, los ejes se estaban debilitando, cada vez había mas muertes y de pronto…. La oscuridad se unió al silencio….

“La oscuridad me envuelve, ese olor… es pólvora… se esparce como si fuese una plaga” Lentamente fue levantando la mirada y en su rostro solo se refleja dolor y angustia con un tono desesperado y dolorido susurra “¿que hemos hecho?”
Me duele todo el cuerpo… creo que estoy sangrando… Mi pueblo, mi gente están heridos o tal vez muertos… la sangre… es olor a sangre… debo remediar esto…
Con mucha dificultad alzo su cuerpo, tomo una especie de báculo, lo uso para ayudarse, se acerco lentamente a una fuente, que se encontraba rodeada de fuego. La joven se puso delante y susurro “dejadme pasar etneuf ed sorgalim” el circulo se abrio al instante, la muchacha entró y de rodilla exclamo “Erdap emanimuli, emaduya emodnadnirb al azreuf arap ravlas a etse odnum y noc olle la toser led osrevinu”
Usa mi carne y mi espíritu como medio para lograrlo. Soy desde ahora tu instrumento de paz.

Sus almas en paz estarán, y a un lugar muy lejano las has de mandar.... Por Favor... dales una nueva oportunidad... Por ellos Orare toda mi existencia y hasta mi ultimo respiro... esta no era la forma en que debía terminar.... solo dales un nuevo comienzo"
Una fuerte explosión, que nació en el centro de la fuente, disperso toda la niebla y disolvió todo lo que en pie había quedado. La onda expansiva elevo desde el centro de la tierra unas luces de colores, desde distancias muy lejanas llegaban estas esferas de luz, las dimensiones estaban expuesta a la destrucción total, el equilibrio se rompió, las almas fueron sacadas y enviadas a otra dimensión, la mas poderosa, pero a la vez la mas cruel, sin magia aparente, esa dimensión, era la creadora pero también la destructora. Las almas comenzaron su viaje, pero el demonio ketnops interfirió y cambio la trayectoria de algunas de estas. La reina Michelle fue la única que se quedó en el eje, su vida la entrego para salvar al resto de su pueblo y toda la humanidad. Sólo su fe en el cambio daría estabilidad a las dimensiones y mantendría la última parte del tratado vigente, “si
sólo existiese una persona que crea en la buena voluntad de otra, y existiese otra sin motivos, que coopere por buena voluntad, el equilibrio permanecerá.”
Así fue como me integro yo en esta historia, soy el lado B de este contrato. Hago las cosas sólo por que tengo que hacerlas, no espero ni una felicitación, ni una reprimenda.
Es por eso que pude vivir y contar esta historia. Soy lo que algunos llamarían “Profeta”, tengo un don, una habilidad. Pero de mi sabrán con el tiempo.
Las almas que se desviaron fueron 6, cuatro de ellas solo se desfasaron en el tiempo y las otras dos cayeron en otra dimensión.
Las cuatro Almas eran: Mary Antiugs, Sebastian Strauss, Ignacio Oxford y el galán Robert Treacherouse. De ellos sólo Sebastian pudo recordar su origen, y gracias a sus estudios logro reunirse con un celestial, el querido Raúl, conjuntamente despertaron las almas dormidas en los demás, a excepción de Mary, quien en el pasado había vendido su alma, ella recordaba poco a poco y sin mucha claridad. La necesitaban si, para poder encontrar a las gemelas, ellas serian las sucesoras de Michelle, claro que solo una de ellas. Solo Mary podía encontrarlas, por que fueron su creación, ellas son las armas más poderosas que se pudo inventar… y Fue lo que corrompió el tratado.
Después de mucho viajar encontraron a una de las gemelas, era muy poderosa, lograba presentir cosas, ver celestiales y espectros. Claro que ese fue el principio de la cuenta regresiva. Sólo quedaban once años para que Michelle dejara de existir… y esto fue lo que ocurrió.